sábado, 7 de julio de 2007

No te salves


Lo quiero tanto, no puedo pensar en más, quisiera de nuevo acercarme a el.
Jamás quise lastimar a nadie, no quise lastimarlo..ni decepcionarlo.
Pasaria cada día demostrando que lo quiero..que creo en el.
Pero esa oportunidad ¿cómo la pido?, rezo por ella todas las noches..por ella dejaria mis adicciones
Quiero esa oportunidad con el.. que lo quiero.
por que tengo tanto miedo..por que no se como actuar
Y lo quiero tanto que pasaria cada dia, demostrandolo, como puedo sentir tanto y cagarla asi
Como lo extraño,su sonrisa.. coqueta.
Daria mucho por que se quedara, por esa oportunidad..

No te quedes inmóvil al borde del camino
No congeles el júbilo
No quieras con desgana
No te salves ahora ni nunca
No te salves
No te llenes de calma
No reserves del mundo solo un rincón tranquilo
No dejes caer los parpados pesados como juicios
No te quedes sin labios
No te duermas sin sueño
No te pienses sin sangre
No te juzgues sin tiempo
Pero si pese a todo no puedes evitarlo
Y congelas el jubilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo solo un rincó tranquilo
y dejas caer los párpados pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermas sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil al borde del camino
entonces no te quedes conmigo.

Mario Benedetti

2 comentarios:

Daniel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Daniel dijo...

Tengo una soledad
tan concurrida,
tan llenas de nostalgias
y de rostros de vos,
de adioses hace tiempo,
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.
Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión,
por colores,
por tamaños
y promesas,
por época,
por tacto,
y por sabor.
Sin un temblor de más
me abrazo a tus ausencias,
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.
Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.
Mis huéspedes concurren,
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.
Pero el rostro de vos
mira a otra parte.
Con sus ojos de amor
que ya no aman,
como víveres
que buscan a su hambre.
Miran y miran
y apagan mi jornada.
Las paredes se van
queda la noche,
las nostalgias se van
no queda nada.
Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
Y es una soledad
tan desolada.